Y... ¿qué es un Atril?


Un libro (un buen libro) no es simplemente un hatajo de hojas llenas de texto y algunas imágenes, como quizá algunos aún lo toman.
No. Un buen libro es mas que eso: es casi como un portal, que te puede transportar a mundos inimaginables, fantásticos; es casi una máquina del tiempo, que te puede llevar a vivir aventuras maravillosas en épocas pasadas, presentes o futuras; es como un refugio, en el cual te puedes sumergir cada vez que necesitas un descanso de tu rutina en la Saga Realidad; es un renovante, pues luego de sumergirte en él puedes volver al mundo, a afrontar todo con el espíritu mas fresco...
Todo eso -y aun mas- lo tienes ahí, a la mano, esperando a que abras la cubierta y pases sus hojas. Solo necesitas animarte, dar el primer paso, y escoger uno que el argumento te sea llamativo.


Pero... ¿que es un atril?
Leer un libro es, como ya les dije, una experiencia maravillosa. Pero a veces -si el libro es grande, extenso, pesado- puede volverse algo engorroso de maniobrar. Mas aún en el medioevo, pues en aquel tiempo el pergamino (el soporte para textos, antes de extenderse en el siglo XIV el uso del papel) era un material de lujo, y por tanto no se lo podía desperdiciar en ediciones pequeñas. Tengan en cuenta que las ediciones de bolsillo existen solo desde mediados de los treintas.

Códice Calixtino, sobre atril de plata.
Pues bien, para facilitar la manipulación, era deseable contar con un soporte que mantuviera los códices abiertos, en una posición de fácil lectura, ligeramente inclinados. En principio la tarea podía recaer en algún lacayo, pero sabemos que -aunque algunos podemos adaptarnos fácilmente a leer en movimiento- para algunos tener las letras en constante movimiento mientras leen les causa mas que dolor de cabeza. La mejor solución fue entonces contar con algo mas estático... y es ahí donde entra a cumplir su propósito el atril, fabricándose (de lo básico a lo mas elaborado) en materiales diversos: madera, metal, piedra... o en la actualidad el metacrilato.




La lectura siempre ha sido uno de mis vicios favoritos, y este blog es, en cierto modo, un homenaje virtual a todos aquellos autores y sus obras con las que he pasado, paso y pasaré, gratos momentos de aventura, drama, suspenso, intrigas, descubrimientos... y todo aquello grandioso que se encuentra encerrado en las páginas de los -a veces- poco valorados libros.

Provecho para todos.